Turismo

Banyoles es una ciudad de agua de origen medieval. La historia y la vida del pueblo siempre han girado en torno a su lago. La influencia del Estany se extiende más allá de las veinte pesquerías que lo rodean, los 5 ríos que de él salen y fluyen hacia la ciudad, el yacimiento neolítico de La Draga y el bosque de los Estunes. Edificios de gran valor histórico, como el monasterio de Sant Esteve, la iglesia de Santa Maria dels Turers, la Llotja del Tint, la Pia Almoina, la muralla gótica y la Plaza Mayor del siglo XIII, forman parte de su centro histórico y se combinan para hacer de esta una de las ciudades más únicas y deseables para vivir en Cataluña.

Más allá del patrimonio histórico y natural, Banyoles también tiene una rica tradición deportiva. La mayoría de los ciudadanos practican algún deporte y muchas de las personas que vienen a Banyoles lo hacen para practicar uno, ya sea como profesionales o como aficionados. Desde ser la sede de remo de los Juegos Olímpicos de 1992, o las Copas del Mundo de remo y triatlón, hasta la popular Travessia de l’Estany o la Copa Internacional Catalana de BTT, cada año la ciudad acoge más de cincuenta eventos deportivos así como entrenamientos, que atraen a numerosos atletas, algunos de los cuales acaban enamorándose de la ciudad y no pueden hacer otra cosa que quedarse a vivir allí. Y no estamos hablando solo del Lago, calificado por la Federación Internacional de Remo como el mejor campo de regatas del mundo, sino también de las instalaciones deportivas y del entorno natural, que ofrecen un espacio excepcional para entrenar en otras disciplinas como el triatlón, la bicicleta de montaña o el running.